La mirada lúcida: el periodismo más allá de la opinión y la información

Albert Lladó. La mirada lúcida: el periodismo más allá de la opinión y la información, Anagrama, 2019, 96 págs. ISBN: 9788433916259 (impreso).

✎ César Chumbiauca

Si bien este es un libro para periodistas, contiene pasajes valiosos para lectores en general. Está compuesto en cuatro secciones que su autor, Albert Lladó, coge a partir de los componentes que el escritor Albert Camus consideraba indispensable para un periodismo libre: lucidez, desobediencia, ironía y obstinación.

Como un profeta de la prensa lúcida, Lladó reprende la veneración a los likes, no porque esté mal usarlos como medición del impacto de los artículos, sino porque se han convertido en la razón de ser de las redacciones. En ese sentido, Lladó mira con recelo que sean los departamentos de marketing los que impongan cómo debe redactarse una noticia de cara a obtener más visitas.

Para criticar con sustento, el autor afina la mirada sobre asuntos como la web semántica, metadatos y ontologías para entender cómo se comporta la información en Internet mostrándonos los artificios que los medios utilizan para garantizar el consumo de sus “contenidos” en el entorno digital.

En otro pasaje, critica la manera como hoy suelen comportarse los entrevistadores, especialmente en las entrevistas políticas, tomando actitudes intransigentes en las que no permiten prácticamente hablar al entrevistado; o en el otro extremo, siendo demasiado aduladores, algo que Lladó ha notado en la prensa española pero que, desde luego, sucede en todas partes.

Y también hace un llamado a la inteligencia, colocando a la prudencia y la ironía como generadoras de anticuerpos contra posiciones extremistas o activistas furibundos que no escuchan más que sus propias razones.

Por eso apela a la lucidez, la desobediencia, la ironía y la obstinación, porque considera que son los elementos que crean una vinculación con el lector inteligente. “¿Hay algo más triste que el hecho de que el lector sepa exactamente qué vamos a explicarle, y cómo, antes de que empiece el artículo? ¿Buscamos lectores activos y críticos o consumidores adictos a la autocomplacencia?” (p. 51-52).

Al final de todo, lo que más le importa al autor de las páginas de este libro, es que los que se dedican al periodismo aprendan a transmitir no solo información, sino experiencias, siendo la crónica uno de los géneros por excelencia, porque es a través de la crónica que uno puede contar el mundo a través de la experiencia propia o la de otros, exponiendo con destreza narrativa la verdad de los hechos.

Resaltamos por eso estas líneas: “Hoy, cuando la prensa parece haber sido secuestrada por la inercia y la aceleración, volvemos a pensar en esas cuatro brújulas que nos ofrece Albert Camus (lucidez, desobediencia, ironía y obstinación) como catalizadores de un periodismo que, sin renunciar a la urgencia, transforma la información en la experiencia. O para que, como nos invita la locación latina Festina lente, seamos capaces de ‘apresurarnos despacio’” (p. 14).

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