Defensa cultural: rescate del Museo y Biblioteca “Ciudad de Héroes” de San Juan de Miraflores

Hasta hace poco, este espacio construido para contribuir con la identidad, el rescate de los valores y la historia del distrito, estuvo siendo usado para actividades administrativas ajenas a su fin. Este año se espera una reinauguración oficial.

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Hace algunos años, cuando el distrito de San Juan de Miraflores pretendía ser reconocida como ciudad educadora, se podía apreciar el dibujo de soldados con uniformes azulinos, contentos alzando los brazos, agitando las armas en las paredes de la vía del Tren eléctrico en la avenida Los Héroes. Era el mural sobre la Batalla de San Juan por la defensa de Lima durante la Guerra del Pacífico. Aunque perdimos esa batalla, el mural nos recordaba la deuda que aún tenemos con aquellos soldados valientes, una deuda que nos exige querer, cuidar y valorar nuestra ciudad. Si esto no es así, es porque despreciamos nuestra historia y porque carecemos de identidad colectiva.

De eso fue consciente el exalcalde de San Juan de Miraflores, Javier Altamirano, cuya gestión inauguró el 04 de noviembre de 2018 el Museo y Biblioteca “Ciudad de Héroes”, ubicada en el Parque Reducto de la Zona C, entre las calles Buenaventura Aguirre y Tomás Guzmán. La construcción se realizó gracias al presupuesto participativo y al Municipio Escolar de San Juan de Miraflores, y al apoyo de la autoridad edil en la realización del expediente técnico. El costo de inversión y programación para la ejecución del proyecto fue de 1,703,987.10 soles, según un reporte de diciembre de 2017.

El local comenzó a funcionar con una exposición modesta sobre personajes que participaron en la Batalla de San Juan, como Ramón Vargas Machuca o César Canevaro, e incluía unas vitrinas con fusiles y maniquís con traje de soldado. También se podía apreciar la historia del distrito con fotografías de cuando Ciudad de Dios era un arenal. Además, el local se aprovechaba para proyectar películas y realizar actividades culturales. No era mucho, pero era un comienzo interesante. A partir de ahí, el museo debía seguir creciendo, pues un museo no es estático, su fin es coleccionar, investigar, documentar, preservar y exhibir, y eso que solo estamos hablando de su rol tradicional.

Anexo al museo debía encontrarse la biblioteca municipal, la cual debía crearse en cumplimiento del artículo 4º del Reglamento de la Ley del Sistema Nacional de Bibliotecas, que establece que las municipalidades “deben asegurar la creación y sostenibilidad de por lo menos una biblioteca en su localidad”, norma que se apoya en el artículo 82º de la Ley Orgánica de Municipalidades, que establece la organización y sostenimiento de centros culturales, bibliotecas, teatros y talleres de arte. Ambas normas fueron recogidas en el Plan Municipal del Libro y la Lectura 2016-2021 del distrito de San Juan de Miraflores, publicada mediante ordenanza el 30 de noviembre de 2015.

Casualmente, en el 2016, se publicó también una tesis en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas de autoría de Mayra Rocío Cornelio Vidarte, titulada “Biblioteca Pública en San Juan de Miraflores”, en la que se propuso, entre tres terrenos, la creación de la biblioteca a muy pocos metros del Parque Reducto.

Ahora la municipalidad ya tenía un local para su biblioteca. Pero la biblioteca nunca se implementó.

Golpes de pandemia y corrupción

Dos eventos hicieron retroceder las acciones: la pandemia y una de las peores gestiones del distrito.

El año 2019, María Cristina Nina Garnica, del partido Acción Popular, fue elegida alcaldesa. Poco después, en el 2020, la pandemia del Covid-19 obligaría a todo el mundo a quedarse en casa. El Museo y Biblioteca “Ciudad de Héroes” todavía no se había consolidado como un espacio cultural de referencia en San Juan de Miraflores, y, por lo tanto, paulatinamente, sería usado para otros fines en vista que no podía recibir público.

En ese trance, un escándalo sacudió a los sanjuaninos. Una organización criminal que cobraba cupos a empresarios hoteleros había ocupado cargos en la gestión municipal. Las investigaciones apuntaban a la misma alcaldesa, Cristina Nina Garnica, como posible cabecilla, quién también estaba acusada por el presunto delito de colusión por la contratación directa en la compra de productos alimenticios y adquisición de botas de cuero, siendo ambas cosas donaciones, según una nota de la Agencia Andina.

Por todos esos asuntos, la Corte Superior de Justicia de Lima impuso sobre ella 36 meses de prisión preventiva. Para el periodo restante, 2021-2022, Daniel Castro Segura tomó el cargo como alcalde transitorio.

La cultura había quedado fuera del radar. La moral de los habitantes de la ciudad educadora, que ya venía con varios problemas de seguridad y limpieza, estaba por los suelos.

Rescatando el espacio

El 02 de enero de 2023 comenzaron las gestiones con la nueva alcaldesa, Delia Nelly Castro Pichihua. La señora Castro conoce de cerca la creación del Museo y Biblioteca, pues en la placa de fundación consta su nombre como regidora.

Cuando se terminó la pandemia y se reactivó la economía, el Museo y Biblioteca permanecieron cerrados. En una visita que realizamos en agosto de este año, personal de vigilancia nos indicó, con un gesto de decepción y hasta con algo de vergüenza, que el lugar no estaba funcionando y que se estaba usando como espacio para guardar alimentos y para otros asuntos administrativos. Y así consta también en una carta que en junio de este año el regidor José Luis García Ormaeche dirigió a la alcaldesa, solicitando que la Gerencia de Seguridad Ciudadana, que estaba ocupando parte de los espacios del museo, se traslade a un lugar más apropiado.

Esta realidad ya la conocía gente muy atenta a la situación de la biblioteca. Una de esas personas es la mediadora de lectura y gestora cultural Consuelo Solis Rivera, que, ante los rumores de un inminente uso definitivo del local en oficinas administrativas, dirigió una carta a la Dirección del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura, en el que señala: “El local de la Biblioteca Municipal y Museo de Sitio de S.J.M. se inaugura el 4 de noviembre del 2018 (https://rb.gy/zo73d), al cierre de la gestión municipal de Javier Altamirano. Desde esa fecha hasta el día de hoy, 20 de junio del 2023, dicho espacio no se implementó y por lo tanto no se prestó el servicio de préstamo ni lectura en sala”.

No obstante, el 02 de junio de 2023 la municipalidad ya había emitido la Resolución de Alcaldía Nº 072-2023/MSJM para la conformación del Equipo de Trabajo para la Implementación de la Biblioteca Pública Municipal de San Juan de Miraflores. Encargados: Eco. Víctor Manuel Muchotrigo Guevara (Subgerente de Planeamiento Estratégico y Cooperación Técnica) y Lic. Marcos Julio Condori Cuyutupa (Subgerente de Juventud, Educación, Cultura y Deporte).

Un par de meses después, la Municipalidad entabla coordinaciones con la Biblioteca Nacional del Perú para recibir orientación sobre cómo implementar la biblioteca municipal.

La defensa de la memoria y la cultura

El 15 de septiembre, el local volvió a usarse para un evento vinculado a la historia y la lectura con la presentación del libro La fosa común olvidada de la Batalla de San Juan, de Jhonny Chipana Rivas, material valioso que, cuando se implemente la biblioteca, debería integrar una colección sobre estudios de San Juan al que acudirían investigadores y tesistas que aborden una problemática del distrito, fortaleciendo así la identidad y proponiendo ideas de mejora sustentadas en evidencia científica que las autoridades pueden aplicar.

En la presentación estuvieron la alcaldesa Delia Castro y el director de la Biblioteca Nacional Boris Espezúa, quien manifestó haber vivido en San Juan de Miraflores entre los años 80 y 90. Desde la BNP se comprometieron a brindar apoyo técnico a la municipalidad y la alcaldesa prometió realizar un relanzamiento oficial del museo y la biblioteca.

La biblioteca debe ser un espacio moderno, con libros interesantes y una colección con investigaciones sobre el distrito, con equipos, personal profesional y capacitado, además de un presupuesto destinado al mantenimiento, servicio y desarrollo de actividades que fomenten la lectura. Las personas encargadas por la municipalidad, por lo tanto, tienen una tarea que deben llevar a cabo con eficiencia para que la biblioteca brinde un servicio óptimo, pues mal se haría si se piensa que es suficiente una salita con un par de estantes de libros y que las actividades sean aleatorias.

Por ahora se espera el relanzamiento oficial del Museo y Biblioteca «Ciudad de Héroes” para este año. Sin un lanzamiento oficial mediante una ordenanza que asegure el funcionamiento permanente de la biblioteca, que es el primer gran paso, fácilmente una nueva gestión podría desbaratar este espacio del Parque Reducto que sigue en pie de lucha defendiendo esta vez la memoria, la identidad y la cultura.

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