En el mes del bibliotecario peruano, una noticia alegró al gremio: la señora Fabiola Vergara Rodríguez, bibliotecóloga por la UNMSM, era designada como nueva jefa institucional de la Biblioteca Nacional del Perú. Un día después de su designación, realizada el 19 de noviembre, las redes se llenaron de felicitaciones y buenos deseos para esta gestión cuya responsabilidad no es poca, pues además de sacar adelante a la Biblioteca Nacional, también deberá demostrar que un bibliotecólogo es el profesional idóneo para tan importante cargo.
Fabiola Vergara cuenta con un magister en Administración por la Universidad del Pacífico y fue becaria del Erasmus Mundus Action Programme para una estancia profesional en el Doctorado en Formación en Sociedad del Conocimiento en la Universidad de Salamanca. Siempre que ha aparecido en público ha sabido demostrar seguridad, presencia y dominio de los asuntos bibliotecológicos, por lo que estaría a la altura de las expectativas.
«[…] dirigir la Biblioteca Nacional no es fácil, obviamente. Por dentro y por fuera, hay mucho que trabajar en la institución cultural más antigua de nuestra república.»
Sin embargo, posiciones críticas no se han hecho esperar. Es el caso del periodista Edwin Cavello Limas, director de la revista Lima Gris, para quien la nueva jefa institucional de la BNP representa el continuismo de las políticas y proyectos emprendidos durante la gestión de Ezio Neyra. De todos modos, nadie puede adelantar nada, aunque es posible que habiendo participado de cerca en la administración anterior algunos de los proyectos continúen, pero también es verdad que estos se pueden perfeccionar o cambiar hacia algo mejor. De todos modos, dirigir la Biblioteca Nacional no es fácil, obviamente. Por dentro y por fuera, hay mucho que trabajar en la institución cultural más antigua de nuestra república.
Humildemente, le sugerimos a la señora Vergara llevar como un amuleto la novela de Marguerite Yourcenar, Memorias de Adriano, por si aún no lo ha leído, pues encontrará frases que la ayudarán a no perder jamás el rumbo.
Desde esta revista, le deseamos nuestros buenos deseos.
